A/RES/60/262
4.
Observamos que las actividades emprendidas a nivel nacional e internacional
han permitido realizar importantes avances desde 2001 en los ámbitos de la
financiación, la ampliación del acceso a los programas de prevención de la infección
por el VIH, el tratamiento, la atención y el apoyo y la mitigación de los efectos del
SIDA, así como en la reducción de la prevalencia del VIH en un número reducido
pero cada vez mayor de países, y observamos también que muchas de las metas
contenidas en la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA
todavía no se han alcanzado;
5.
Encomiamos a la secretaría y los copatrocinadores del Programa conjunto de
las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA por su papel de liderazgo en la política
relativa al VIH/SIDA y su coordinación, y por el apoyo que prestan a los países a
través del Programa conjunto;
6.
Reconocemos las contribuciones realizadas y el papel desempeñado por
distintos donantes en la lucha contra el VIH/SIDA, así como el hecho de que un
tercio de los recursos invertidos en 2005 para hacer frente al VIH/SIDA procedieron
de fuentes internas de países de ingresos bajos y medianos, y, en consecuencia,
destacamos la importancia de que aumente la cooperación y las alianzas
internacionales en nuestras respuestas al VIH/SIDA en todo el mundo;
7.
Seguimos profundamente preocupados, sin embargo, por la expansión global y
la feminización de la pandemia y por el hecho de que las mujeres representen
actualmente el 50% de las personas que viven con el VIH en todo el mundo y cerca
del 60% de las personas que viven con él en África, y, en este sentido, reconocemos
que las desigualdades entre los géneros y todas las formas de violencia contra las
mujeres y las niñas aumentan su vulnerabilidad al VIH/SIDA;
8.
Expresamos profunda preocupación por el hecho de que la mitad de los nuevos
infectados por el VIH sean niños y jóvenes menores de 25 años y de que los jóvenes
carezcan de información y conocimientos en relación con el VIH/SIDA;
9.
Seguimos profundamente preocupados por que hoy haya 2,3 millones de niños
que viven con el VIH/SIDA y reconocemos que la falta de medicamentos infantiles
en muchos países dificulta significativamente la labor de protección de la salud de
los niños;
10. Reiteramos con profunda preocupación que la pandemia afecta a todas las
regiones, que el continente africano, y en particular el África subsahariana, sigue
siendo la zona más afectada y que se necesitan medidas urgentes y excepcionales a
todos los niveles para frenar los efectos devastadores de esta pandemia, y
reconocemos el compromiso renovado de los gobiernos y las instituciones
regionales de África para intensificar sus propias respuestas al VIH/SIDA;
11. Reafirmamos que la plena realización de todos los derechos humanos y las
libertades fundamentales para todos es un elemento fundamental de la respuesta
mundial a la pandemia del VIH/SIDA, sobre todo en las esferas de la prevención, el
tratamiento, la atención y el apoyo, y reconocemos que hacer frente al estigma y la
discriminación también es un elemento fundamental en la lucha contra la pandemia
mundial del VIH/SIDA;
12. Reafirmamos también que el acceso a los medicamentos en el contexto de una
pandemia como la del VIH/SIDA es uno de los elementos fundamentales para llegar
progresivamente a la plena realización del derecho de toda persona al disfrute del
más alto nivel posible de salud física y mental;
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