A/RES/77/199
Asistencia a los refugiados, los retornados y los desplazados en África
Reconociendo la especial vulnerabilidad de las mujeres, las niñas y los niños,
así como de las personas de edad y las personas con discapacidad, entre los refugiados
y los desplazados, incluidos el peligro de discriminación, explotaci ón y abusos
sexuales, maltrato físico, violencia y explotación y el reclutamiento y la utilización
de niños y niñas por las partes en conflictos armados en contravención del derecho
internacional aplicable, y, a este respecto, reconociendo la importancia d e prevenir,
afrontar y combatir la violencia sexual y por razón de género, así como las violaciones
y los abusos que se cometen contra las niñas y los niños refugiados, retornados y
desplazados,
Expresando las más graves preocupaciones por las consecuencias humanitarias
de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) y los riesgos que suponen
sus efectos a corto y largo plazo, incluso en los ya importantes niveles de necesidades
humanitarias y de desarrollo y en el sufrimiento de las personas y com unidades
afectadas, reconociendo los efectos desproporcionados de la pandemia en las mujeres,
las niñas y los niños y las personas en situación de vulnerabilidad, y profundamente
preocupada por el aumento de las necesidades de asistencia humanitaria y de
protección, entre otras cosas debido al incremento de la violencia, incluida la
violencia sexual y de género y la violencia contra la infancia, y las importantes
consecuencias para la educación, especialmente de las niñas, así como los altos
niveles de inseguridad alimentaria y malnutrición y el aumento de los riesgos de
hambruna, la pérdida de los medios de subsistencia y todos los efectos negativos en
la salud, incluida la salud mental, que también se ven agravados por el debilitamiento
de los sistemas de salud, y los efectos y riesgos en materia de desplazamiento, y
reconociendo los riesgos y efectos agravados debidos a los conflictos armados, la
pobreza, los desastres naturales, la violencia, las consecuencias adversas del cambio
climático y otros desafíos ambientales, y reconociendo también las iniciativas y
medidas propuestas por el Secretario General en relación con la respuesta a las
repercusiones de la pandemia de COVID-19,
Gravemente preocupada por el aumento constante del número de refugiados y
desplazados en varias partes del continente,
Reconociendo los esfuerzos de los Estados Miembros, del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados y de otros interesados por mejorar la
situación de los refugiados y sus comunidades de acogida,
Expresando grave preocupación por las carencias de financiación en los
presupuestos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados y del Programa Mundial de Alimentos, que están entre los que reciben
menos fondos, para responder a diversas situaciones de refugiados en varias zonas de
África, carencias que son un factor importante que da lugar al deterioro de las
condiciones de vida en muchos campamentos de refugiados de África,
Poniendo de relieve la necesidad de elaborar un enfoque holístico para
responder a los grandes desplazamientos de población que tenga en cuenta las causas
subyacentes de los desplazamientos,
Reconociendo que los refugiados, los desplazados internos y, en particular, las
mujeres, las niñas y los niños corren un riesgo mayor de exposición al VIH y al sida,
la malaria y otras enfermedades,
Recordando la serie de sesiones de alto nivel sobre el tema “Fomento de la
cooperación internacional, la solidaridad, las capacidades local es y la acción
humanitaria para los refugiados en África” del 65º período de sesiones del Comité
Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados, celebrado en Ginebra del 29 de septiembre al 3 de octubre de 2014, y la
declaración aprobada el 30 de septiembre de 2014 por los Estados miembros del
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