Reconociendo también que es preciso adoptar medidas urgentes a nivel nacional e internacional para eliminar la pobreza, en especial la pobreza extrema, y observando que los hogares, sobre todo aquellos cuyo cabeza de familia es una niña, sufren directamente los efectos persistentes de la crisis financiera y económica mundial, la inestabilidad de los precios de la energía y los alimentos, y la continua inseguridad alimentaria resultante de diversos factores,