A/RES/64/191
Expresando preocupación por el hecho de que algunos países de bajos ingresos
pueden tropezar con mayores dificultades en relación con el servicio de la deuda,
Reafirmando que cada país debe asumir la responsabilidad primordial de su
propio desarrollo y que nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de las
políticas y estrategias de desarrollo nacionales, incluso en la esfera de la gestión de
la deuda, para lograr el desarrollo sostenible, y reconociendo que las iniciativas
nacionales deben complementarse con programas, medidas y políticas mundiales de
apoyo que amplíen las oportunidades de desarrollo de los países en desarrollo,
tengan en cuenta las circunstancias nacionales y respeten las estrategias, el control y
la soberanía nacionales,
Reafirmando también que las instituciones de Bretton Woods y otras
organizaciones competentes deberían seguir desempeñando un papel importante,
dentro de sus mandatos respectivos, en el logro y mantenimiento de la sostenibilidad
de la deuda,
Observando a este respecto el reciente mejoramiento de los mecanismos de
crédito del Fondo Monetario Internacional mediante, entre otras cosas, la
simplificación de las condiciones de los préstamos y la creación de instrumentos
más flexibles, como una línea de crédito flexible, y observando también que los
programas nuevos y en curso no deberían contener condicionalidades procíclicas
injustificadas,
Poniendo de relieve que la sostenibilidad de la deuda es fundamental para
sustentar el crecimiento y subrayando la importancia de la sostenibilidad de la deuda
y de su gestión eficaz para lograr los objetivos de desarrollo nacionales, incluidos
los Objetivos de Desarrollo del Milenio,
Observando con satisfacción que la Iniciativa en favor de los países pobres
muy endeudados y la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral y los
donantes bilaterales han aliviado considerablemente la carga de la deuda de
veintiséis países pobres muy endeudados que han alcanzado el punto de culminación
previsto en la Iniciativa en favor de los países pobres muy endeudados y que otros
nueve países han alcanzado el punto de decisión previsto en la Iniciativa, y expresando
preocupación por el hecho de que cinco de los cuarenta países pobres muy
endeudados aún no hayan alcanzado el punto de decisión previsto en dicha
Iniciativa,
Observando que el mundo ha afrontado una crisis financiera y económica
mundial que constituye el mayor desafío económico de los últimos tiempos, y
reconociendo que la respuesta internacional a esta crisis está ayudando a estabilizar
los mercados financieros,
Reconociendo los efectos negativos que sigue teniendo la crisis financiera y
económica mundial en el desarrollo, que pueden llegar a anular los progresos
alcanzados en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y pueden
poner en peligro la sostenibilidad de la deuda de algunos países en desarrollo,
debido sobre todo a las repercusiones en la economía real y al aumento de los
préstamos contraídos para mitigar los efectos negativos de la crisis,
Acogiendo con beneplácito el hecho de que la Iniciativa en favor de los países
pobres muy endeudados y la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral hayan
ayudado a algunos países pobres muy endeudados a aumentar sus inversiones en
salud, educación y otros servicios sociales, con arreglo a sus prioridades nacionales,
sus planes de desarrollo y los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente,
incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio,
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