A/RES/57/177
Reconociendo que el número de mujeres de edad supera al de hombres de edad,
cada vez más a medida que la edad aumenta, y que la formulación de normas sobre la
situación de las mujeres de edad debería ser una prioridad en todas partes,
Consciente de que para lograr la plena igualdad entre mujeres y hombres es
esencial reconocer las diferencias en los efectos del envejecimiento en las mujeres y
los hombres e incorporar una perspectiva de género en todas las normas, programas y
disposiciones legislativas,
Consciente también de que las mujeres constituyen la mayoría de la población de
edad en todas las regiones del mundo y representan un recurso humano importante
cuya contribución a la sociedad no ha sido plenamente reconocida,
Reconociendo la función cada vez más importante que desempeñan las mujeres
de edad al asumir la responsabilidad de prestar atención y asistencia a los infectados y
los afectados por el virus de la inmunodeficiencia humana y el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA) en distintas regiones del mundo, en
particular en los países en desarrollo,
Afirmando el doble desafío que plantean el envejecimiento y la discapacidad, y
afirmando también que las personas de edad tienen necesidades de salud especiales y
que, debido al aumento de la esperanza de vida y al número creciente de mujeres de
edad, sus problemas de salud requieren atención especial y una mayor investigación,
Consciente de que se dispone de pocas estadísticas sobre la situación de la mujer
de edad y reconociendo la importancia de los datos, incluidos datos desglosados por
edad y por sexo, como elemento esencial de la planificación y la evaluación de la
política,
Reconociendo que las mujeres de todas las edades, en particular las mujeres de
edad, continúan sufriendo a causa de la discriminación y la falta de oportunidades,
incluidas las oportunidades de educación,
Subrayando que recae sobre los gobiernos la responsabilidad fundamental de
crear un entorno propicio para el desarrollo económico y social de sus ciudadanos y
observando con reconocimiento la valiosa contribución que aporta la sociedad civil,
incluidas las organizaciones no gubernamentales, al dar a conocer las necesidades
especiales de la mujer de edad,
1.
Toma nota del informe de la Segunda Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento, celebrada en Madrid del 8 a 12 de abril de 2002 4, y del informe del
Secretario General relativo al seguimiento de la Segunda Asamblea Mundial sobre
el Envejecimiento 5, y exhorta a que se procure aplicar el plan de acción mundial
encaminado a hacer frente a los desafíos que plantea la cuestión de las personas de
edad en todo el mundo, en particular en lo relativo a las mujeres de edad;
2.
Destaca la importancia de incorporar una perspectiva de género, al mismo
tiempo que se siguen teniendo en cuenta las necesidades de la mujer de edad, en los
procesos de formulación de la política y de planificación a todos los niveles;
3.
Destaca asimismo la necesidad de eliminar la discriminación basada en el
género y la edad y de asegurar iguales derechos y su pleno disfrute a las mujeres de
todas las edades;
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