A/RES/55/59
Preocupados en particular por la delincuencia organizada transnacional y por
las vinculaciones entre sus diversas formas,
Convencidos de la necesidad de contar con programas adecuados de
prevención y readaptación como parte fundamental de una estrategia eficaz de
control del delito y de que esos programas deben tomar en cuenta los factores
sociales y económicos que pueden hacer a las personas más vulnerables y propensas
a incurrir en conductas delictivas,
Recalcando que la existencia de un sistema de justicia penal equitativo,
responsable, ético y eficiente es un factor importante para promover el desarrollo
económico y social y para la seguridad humana,
Conscientes de la promesa de enfoques restitutivos de la justicia que se
orienten a reducir la delincuencia y a promover la recuperación de víctimas,
delincuentes y comunidades,
Habiéndonos reunido en el Décimo Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente celebrado en Viena del 10 al
17 de abril de 2000 con la determinación de adoptar medidas concertadas más
eficaces, en un espíritu de cooperación, a fin de combatir los problemas de la
delincuencia mundial,
Declaramos lo siguiente:
1.
Tomamos nota con reconocimiento de los resultados emanados de las
reuniones preparatorias regionales para el Décimo Congreso de las Naciones Unidas
sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente 2.
2.
Reafirmamos las metas de las Naciones Unidas en el ámbito de la
prevención del delito y la justicia penal, en particular la reducción de la
delincuencia, una aplicación de la ley y administración de la justicia más eficientes
y eficaces, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y la
promoción de las normas más estrictas de equidad, humanidad y conducta
profesional.
3.
Subrayamos la responsabilidad que tiene cada Estado de establecer y
mantener un sistema de justicia penal equitativo, responsable, ético y eficiente.
4.
Reconocemos la necesidad de una coordinación y cooperación más
estrechas entre los Estados en la lucha contra el problema de la delincuencia
mundial, teniendo presente que las medidas para combatirlo constituyen una
responsabilidad común y compartida. A este respecto, reconocemos la necesidad de
elaborar y promover actividades de cooperación técnica para ayudar a los países en
sus esfuerzos por robustecer sus sistemas nacionales de justicia penal y su capacidad
de cooperación internacional.
5.
Otorgaremos gran prioridad a la conclusión de las negociaciones relativas
a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional y sus protocolos, teniendo en cuenta los intereses de todos los
Estados.
6.
Apoyamos los esfuerzos encaminados a prestar ayuda a los Estados
Miembros en materia de fortalecimiento de las capacidades, incluso en la obtención
de capacitación y asistencia técnica y en la promoción de legislación,
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Véase A/CONF.187/RPM.1/1, A/CONF.187/RPM.2/1, A/CONF.187/RPM.3/1 y A/CONF.187/RPM.4/1.