A/76/263
Informe de la Relatora Especial sobre la trata de personas,
especialmente mujeres y niños, Siobhán Mullally
Resumen
En el presente informe, la Relatora Especial sobre la trata de personas,
especialmente mujeres y niños, Siobhán Mullally, examina las intersecciones entre la
trata de personas realizada por grupos proscritos y el terrorismo, y en particular las
continuas deficiencias a la hora de identificar como tales a las víctimas de la trata y
prestarles asistencia y de proteger sus derechos humanos. A pesar de la mayor atención
que se concede a las intersecciones entre la trata de personas y el terrorismo, las
medidas de prevención de la trata son limitadas y a menudo ineficaces, y observamos
repetidos fracasos a la hora de ofrecer protección. Si bien la trata de personas
constituye una violación grave de los derechos humanos, no se rinden cuentas al
respecto como corresponde, y persiste la impunidad. En el informe, la Relatora
Especial resalta la obligación de los Estados de aplicar el principio de no
discriminación en todas las actividades de lucha contra la trata de personas y de
asegurar el acceso efectivo a la protección. También se analizan los riesgos particulares
de la trata de niños y la selección de niños por parte de grupos proscritos, así como los
riesgos a los que se enfrentan las personas en situación de desplazamiento forzoso,
incluidos los niños no acompañados o separados de sus padres o tutores. En el informe,
la Relatora Especial también subraya la necesidad de adoptar medidas más eficaces de
prevención y protección de todas las formas de trata, en particular en situaciones de
conflicto y crisis humanitarias, así como las obligaciones positivas que corresponden
a los Estados para identificar a las víctimas, brindarles asistencia y repatriarlas.
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