A/RES/72/133
Fortalecimiento de la coordinación de la asistencia humanitaria
de emergencia que prestan las Naciones Unidas
aumentando la vulnerabilidad de las personas, reduciendo al mismo tiempo su
capacidad para resistir las crisis humanitarias,
Recalcando que, a fin de asegurar una transición sin tropiezos del socorro a la
rehabilitación y el desarrollo, es necesario ajustar mejor, cuando proceda, la asistencia
humanitaria y para el desarrollo a las prioridades y estrategias nacionales de
desarrollo, y alentando a los Estados Miembros, así como al sistema de las Naciones
Unidas y las organizaciones regionales que prestan apoyo a la labo r de los Estados
Miembros, a que ataquen las causas profundas de las crisis humanitarias, inclusive la
pobreza y el subdesarrollo, potencien la resiliencia de los Estados afectados, incluidas
las comunidades receptoras, y reduzcan las necesidades humanitarias,
Reconociendo que para potenciar la resiliencia es imprescindible que exista un
marco complementario y de cooperación entre los enfoques humanitarios y de
desarrollo,
Preocupada por la disparidad creciente entre el número cada vez mayor de
personas que necesitan asistencia y los recursos disponibles para proporcionar
socorro, observando que en mayo de 2015 el Secretario General nombró un Panel de
Alto Nivel sobre Financiación Humanitaria a fin de que estudiara formas de recaudar
más fondos para sufragar actividades humanitarias, hacer la financiación más
predecible y utilizar más eficazmente los recursos disponibles, y tomando nota del
informe del Panel,
Preocupada también por la disparidad creciente entre las necesidades y los
recursos en materia de asistencia humanitaria, acogiendo con beneplácito las
aportaciones de los donantes no tradicionales y poniendo de relieve la necesidad de
movilizar recursos suficientes, predecibles, oportunos y flexibles para la prestación
de asistencia humanitaria, basándose en la evaluación de las necesidades y los riesgos
y en proporción con ellos, a fin de planificar y prepararse para las emergencias
humanitarias, mitigarlas, responder a ellas y recuperarse, y de asegurar una cobertura
más completa de las necesidades de todos los sectores y de todas las emergencias
humanitarias,
Reconociendo, a este respecto, los importantes logros del Fondo Central para la
Acción en Casos de Emergencia en la facilitación de asistencia imprescindible para
la vida a las personas afectadas por crisis al suministrar financiación oportuna y
posibilitar que las organizaciones humanitarias y sus asociados en la ejecución actúen
con rapidez cuando se producen tragedias y dirijan recursos a crisis que no reciben la
atención que necesitan y merecen, poniendo de relieve la necesidad de ampliar y
diversificar la base de ingresos del Fondo y acogiendo con beneplácito, a este
respecto, el llamamiento del Secretario General para que el Fondo aumente hasta
alcanzar los 1.000 millones de dólares de los Estados Unidos para 2018,
Reconociendo también los importantes logros de los fondos mancomunados de
países concretos en la facilitación de asistencia a las personas necesitadas, observando
el llamamiento del Secretario General a los donantes para que aumenten la proporción
de la financiación del llamamiento humanitario entregada a través de los fondos
mancomunados de países concretos, y observando también que otros mecanismos de
financiación compartida pueden hacer contribuciones importantes,
Poniendo de relieve que fortalecer el análisis de las necesidades, la gestión de
riesgos y la planificación estratégica, en coordinación con los Estados afectados, por
medios como la utilización de datos no restringidos y desglosados, es un elemento
crucial para garantizar una respuesta colectiva con mejor conocimiento de causa, más
eficaz y transparente a las necesidades de las personas afectadas por las crisis,
Reiterando la necesidad de que los Estados Miembros, las organizaciones
competentes de las Naciones Unidas y demás agentes pertinentes incorporen la
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