A/RES/64/299
2.
Reafirmamos que seguimos guiándonos por los propósitos y principios de la
Carta de las Naciones Unidas y respetando plenamente el derecho internacional y
sus principios.
3.
Reafirmamos también la importancia de la libertad, la paz y la seguridad, el
respeto de todos los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo, el estado
de derecho, la igualdad entre los géneros y el compromiso general de lograr
sociedades justas y democráticas para el desarrollo.
4.
Recalcamos la pertinencia constante de los resultados de las grandes
conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica y social y
esferas conexas y los compromisos que recogen, incluidos los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, los cuales han creado conciencia y siguen reportando logros
reales e importantes en materia de desarrollo. Todos esos resultados y compromisos
han desempeñado un papel fundamental en la configuración de un amplio proyecto
de desarrollo y constituyen el marco general para las actividades de desarrollo de las
Naciones Unidas. Reiteramos firmemente nuestra determinación de garantizar el
cumplimiento oportuno y completo de esos resultados y compromisos.
5.
Reconocemos que se están haciendo progresos, entre otros ámbitos en la
erradicación de la pobreza, a pesar de que surgen contratiempos, como los causados
por la crisis financiera y económica. En este contexto, reconocemos los progresos
tan ejemplares realizados por países de todas las regiones del mundo a través de la
cooperación, las alianzas, la acción y la solidaridad. Estamos profundamente
preocupados, no obstante, porque el número de personas que viven en la pobreza
extrema y el hambre sobrepasa los mil millones y las desigualdades entre los países
y dentro de ellos siguen siendo un importante desafío. También estamos
profundamente preocupados por los alarmantes niveles de mortalidad materna e
infantil que se registran en el mundo. Creemos que la erradicación de la pobreza y el
hambre, así como la lucha contra las desigualdades a todos los niveles, son
fundamentales para crear un futuro más próspero y sostenible para todos.
6.
Reiteramos nuestra profunda preocupación por las crisis múltiples y
relacionadas entre sí, incluidas la crisis financiera y económica, la inestabilidad de
los precios de la energía y los alimentos y los constantes problemas de seguridad
alimentaria, así como los crecientes desafíos planteados por el cambio climático y la
pérdida de biodiversidad, que han incrementado las vulnerabilidades y las
desigualdades y han afectado negativamente a los logros alcanzados en materia de
desarrollo, en particular en los países en desarrollo. No obstante, estas dificultades
no nos harán cejar en nuestro empeño de hacer de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio una realidad para todos.
7.
Estamos decididos a promover y reforzar colectivamente la alianza mundial
para el desarrollo, como eje de nuestra cooperación, en los años venideros. La
alianza mundial ha sido reafirmada en la Declaración del Milenio1, el Consenso de
Monterrey de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo 3,
el Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible (“Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo”) 4, el
Documento Final de la Cumbre Mundial 20052 y la Declaración de Doha sobre la
financiación para el desarrollo: documento final de la Conferencia internacional de
_______________
3
Informe de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, Monterrey (México),
18 a 22 de marzo de 2002 (publicación de las Naciones Unidas, número de venta: S.02.II.A.7), cap. I,
resolución 1, anexo.
4
Informe de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, Johannesburgo (Sudáfrica), 26 de agosto
a 4 de septiembre de 2002 (publicación de las Naciones Unidas, número de venta: S.03.II.A.1
y corrección), cap. I, resolución 2, anexo.
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